Luego de una agitada
semana, el 25 de mayo de 1810 los grupos patriotas forzaron la renuncia de
Baltasar Cisneros y establecieron la Primera Junta de Gobierno. La Revolución
de Mayo fue parte de un largo proceso que se produjo simultáneamente en todo el
continente americano.
_________________________
El 25
de mayo de 1810, cuando el Cabildo de Buenos Aires formalizó su autonomía- en el
marco de la ocupación de casi toda España por las tropas de Napoleón Bonaparte-,
se puso en marcha simultáneamente el proceso de independencia de las colonias hispanoamericanas.
En el caso de la Primera Junta surgida del Cabildo Abierto
del 25 de mayo, jugaron un rol decisivo no solo los criollos como el altoperuano
Cornelio Saavedra, los bonaerenses Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José
Paso y Juan José Castelli, sino un vasco descendiente como Miguel de Azcuénaga
y los catalanes Domingo Matheu y Juan Larrea.
|
"Primera Junta", de Francisco Fortuny (1910).
Izq. a der.: Belgrano, Castelli, Saavedra, Azcuénaga, Larrea, Matheu, Alberti, Paso, Moreno. |
Ya un año antes, en 1809, otro vasco, Martín de Álzaga-
ejecutado en 1812 por una denuncia de conspiración no probada de Bernardino
Rivadavia-, héroe en las Invasiones Inglesas y un financista del proceso
revolucionario, se había pronunciado en favor de la Independencia.
Incluso el clérigo
cordobés Miguel Calixto Del Corro, luego rector de la Universidad de Córdoba,
había lanzado un manifiesto en igual sentido en el que señaló:
"Es ya un
dogma político que la autoridad de los Reyes emana originariamente de la
voluntad de los pueblos".
Pero el rol de la Iglesia Católica no se limitó únicamente al sustento
ideológico. Representada de hecho en la Primera Junta por el sacerdote Manuel
Alberti, vocal de la misma, continuó participando al punto que, en el Congreso
de Tucumán que declarase la Independencia el 9 de julio de 1816, de los 33
diputados enviados por las diferentes provincias nada menos que 15 eran
clérigos (a los que posteriormente se sumaron otros seis).
|
"Congreso de Tucumán", ilustración de George Roux |
En el proceso revolucionario, fue importante el contexto
internacional no solo por la expansión del imperio napoleónico y su ocupación
de España, sino por la grave crisis económica que ya sufría ese país desde
muchos años atrás arrastrando a sus colonias; importa recordar que con la
Invasión Inglesa a Buenos Aires en 1806, si bien la misma fue repelida, los
agresores lograron llevarse más de 1 millón de libras de plata que fueron a las
arcas de Inglaterra.
España, con los reyes borbones, había abandonado el
desarrollo industrial para apostar al rol de proveedor de lana para las
industrias textiles belga y británica, mientras recibía los metales de México y
el Alto Perú (que en este último caso dieron lugar a la fundación del
Virreinato del Río de la Plata con capital en Buenos Aires).
|
La ciudad y el puerto de Buenos Aires en 1794. En el centro se observa el fuerte, mas atrás el cabildo, la iglesia y la catedral. |
La situación económica del Virreinato del Río de la Plata era
muy delicada en mayo de 1810, de manera que una de las primeras medidas adoptadas
fue establecer la libertad de comercio para mejorar la recaudación aduanera-
aunque de hecho ésta ya había sido admitida en 1809 por el virrey Baltasar
Hidalgo de Cisneros, lo que fuera avalado por Mariano Moreno en la
"Representación de los Hacendados".
Romper la dependencia monopólica con España era un reclamo de parte de los
productores de cueros, que pretendían vender a los industriales británicos.
Los comerciantes criollos mantenían la relación con sus pares británicos desde 1713,
cuando éstos pasaron a manejar el comercio de esclavos en las colonias
españolas.
|
"Shipping Hides at the Customs House", de Emeric Essex Vidal, 1820
Se ve la aduana original y los grandes carros que llevan cueros para exportación.
|
Belgrano- desde su cargo en el Consulado-, había intentado
impulsar el desarrollo del Virreinato con una serie de medidas que, en algunos
casos, como el de la creación de una flota mercante propia, recién pudo
concretarse mucho tiempo después.
Por su parte, Feliciano Chiclana, que en un principio sostuvo
al monarca apresado Fernando VII, impulsó que se concursaran los cargos
públicos entre criollos previa convalidación de su honestidad, en
circunstancias en que la mayor parte de los funcionarios era española.
En el continente ya se habían producido otros procesos
independentistas a partir del Siglo XVII, como la República de los Palmares (poblada
por ex- esclavos africanos, que ocupó por un siglo el actual estado brasilero
de Alagoas); la actual República de Haití, cuyo apoyo fuera importante para la
gesta del libertador Simón Bolívar, descendiente de vascos; la creación en 1776
de los Estados Unidos bajo la conducción de George Washington, y la rebelión de
Túpac Amaru en Perú, considerado el movimiento social más importante del
periodo colonial.
Tanto la independencia estadounidense como la posterior
Revolución Francesa, habían calado hondo en varios de los impulsores del 25 de
mayo, tanto que desde entonces los actuales territorios de la Argentina y del
Paraguay se convirtieron en los únicos en Hispanoamérica que nunca más fueron
re- colonizados.
Del Corro, Fernando: “El
25 de mayo de 1810, punto de partida de la independencia hispanoamericana”, en
(Fragmento adaptado)