domingo, 28 de abril de 2019

Autodiagnóstico de hábitos de estudio

Nuestro cerebro es un órgano maravilloso, capaz de almacenar, procesar y reutilizar una asombrosa cantidad de información, convirtiéndola en CONOCIMIENTO, ese invaluable patrimonio personal (más adelante, dedicaré un post al asunto...)

Pero lo cierto es que adquirir conocimientos específicos, profundos y sistemáticos, requiere de una dedicación voluntaria y prolongada al ESTUDIO. Y el éxito en el estudio, aunque pueda no parecerlo, depende de distintos factores, hábitos y condiciones que, muchas veces, pasan desapercibidos o son descuidados.


Les propongo entonces, realizar el siguiente CUESTIONARIO DE AUTODIAGNÓSTICO, a fin de revisar las distintas condiciones que hacen posible el aprendizaje.

 Luego, comparen sus respuestas con las respuestas de las TABLAS que encontrarán a continuación, atendiendo al número de pregunta que corresponda.
Si su respuesta es IGUAL a la de la tabla, sume 1 punto.
Si su respuesta es DIFERENTE a la de la tabla, sume 0 punto.

De este modo, debajo de cada tabla, obtendrá el puntaje total de cada condición (entre 0 y 8 puntos).

Vuelque los resultados al siguiente cuadro:

¿Cómo interpretar los resultados?
  • Si obtuvo entre 7 y 8 puntos, ¡excelente!, continúe como viene.
  • Si obtuvo entre 5 y 6 puntos, no está mal, pero convendría revisar algún hábito que puede mejorarse.
  • Si obtuvo 4 puntos o menos, debería preocuparse y prestar atención urgente a esas condiciones de aprendizaje.
Próximamente, les brindaré material útil para optimizar cada una de las condiciones de aprendizaje, y ayudarles a perfeccionar sus hábitos de estudio. Nos vemos.

lunes, 15 de abril de 2019

¿Por qué estudio?

A pedido de algunos estudiantes, a lo largo del año pondré a su disposición algunas herramientas útiles para mejorar el proceso de aprendizaje y en consecuencia, el rendimiento escolar.

Para comenzar, señalaré que A NADIE (o casi) LE GUSTA ESTUDIAR.


No se alarmen: quiero decir que, muchos de los que estudiamos con empeño y perseverancia, no lo hacemos porque "nos gusta estudiar", sino PORQUE NOS GUSTA CONOCER, aprender cosas nuevas e interesantes, asombrarnos y maravillarnos con el infinito arcoiris de lo real. (Qué poeta...) Y para conocer algo en profundidad... bueno, hay que estudiar.

Pero... ¿qué sucede con aquellos que no experimentan ese sentido de asombro y maravilla? Entonces, ¿hay otras razones para estudiar?

Los invito a reflexionar sobre sus propios MOTIVOS PARA ESTUDIAR, con algunos tópicos.
  • ¿Estudio por obligación? ¿Quién me obliga? 
  • ¿Mis padres le dan mucha importancia a que yo estudie? ¿Me ayudan? 
  • ¿Siento que en el futuro voy a necesitar saber lo que estudio? 
  • ¿Estudio para obtener un título? 
  • ¿Estudio porque necesito o me gusta sacar buenas notas? 
  • ¿Qué me hace pensar la frase: “aprender ayuda a ser más”? 
  • ¿Me atrae conocer los misterios del mundo que me rodea? 
  • ¿Siento curiosidad por saber cada vez más? 
  • ¿Qué haría de mi vida si nada me obligara a estudiar? 
  • ¿Cómo sería mi vida si nunca hubiera estudiado? 
  • ¿Qué dificultades encuentro para estudiar? 
  • ¿Me siento motivad@ para estudiar, con ganas de aprender? 
  • ¿Me cuesta concentrarme? 
  • ¿Leo rápido cualquier tipo de texto? 
  • ¿Me cuesta comprender lo que leo? ¿Por qué? 
  • ¿Tengo algo que mejorar en mi manera de estudiar? ¿Qué? 
  • ¿Creo que aprendería más y mejor si no tuviera evaluaciones o pruebas?
Lo cierto es que venimos hechos "de fábrica" con una computadora que supera a cualquiera que se haya inventado, en memoria y capacidad de procesamiento.


De modo que el truco es saber cómo sacar el máximo partido de ella: el problema no es solo usarla poco... sino usarla mal.

Suponiendo que, sin importar cuáles sean las motivaciones, han decidido que les gustaría mejorar en sus estudios, conviene que dediquen un tiempo a realizar un autodiagnóstico de hábitos de estudio. 

Próximamente, publicaré la entrada con un cuestionario para ello. Nos vemos.